La última práctica miserable de la empresa Atento consiste en comunicar por correo el despido de aquellos trabajadores en situación de baja por enfermedad, principalmente a aquellos con bajas prolongadas, derivadas de su maltrecho estado de salud y en muchos casos provocadas por las presiones que la propia empresa ejerce hacia sus trabajadores. Este atentado a la dignidad del trabajador está amparado por la actual legislación que, tras sucesivas reformas laborales, pactadas por patronal, gobierno y CC.OO.-UGT, recortando los derechos que la clase trabajadora hemos ido conquistando, nos condenan a una situación de indefensión que nos deja en la calle con la carta de despido…, y además enfermos.
El daño ocasionado es doble porque cada despido de esta índole conlleva otro: el de la persona contratada interinamente para sustituir a la que está de baja, que también se va a la calle.
La empresa Atento es el rodillo que utiliza su matriz -Telefónica- para sacar jugosos beneficios a costa de sus exprimidos trabajadores, que atienden la mayoría de los servicios telefónicos de atención al cliente (1004, 11822, ADSL o Movistar) desde centros ajenos a la empresa principal. Desde su privatización, Telefónica no ha dejado de subcontratar sus servicios a la vez que destruía empleo estable mediante sucesivos expedientes de regulación de empleo. Utilizando la infraestructura que los contribuyentes pagamos en su día, está aprovechando toda su tecnología para abaratar costes a base de llevarse la producción a países como Marruecos, Perú, Colombia o Argentina. En estos países los salarios suponen un tercio de lo que pagan a un trabajador de Atento en España, que a su vez equivale a otro tercio en relación con el salario de los trabajadores de la propia Telefónica. Atento también utiliza otros métodos de presión como la contratación de una empresa privada que hace "seguimientos" de la baja médica, para interesarse por los motivos de la misma -que no por nuestra salud-, pidiendo informes médicos que incluyen datos confidenciales y recomendando la reincorporación al puesto de trabajo lo antes posible; todo esto por medio de llamadas telefónicas insistentes y sin citaciones a consulta médica ya que no disponen de atención presencial.
Otra práctica habitual de Atento es la del chantaje al trabajador, derivado de su política de incentivos: Atento fija unilateralmente los criterios para alcanzar los objetivos previstos, y el más sangrante de ellos es el de conseguir un absentismo cero (da igual que nuestra ausencia al trabajo sea justificada e incluso remunerada) para optar a la "propina" con la que nos recompensa. En la práctica esto tiene como consecuencia que muchos trabajadores, a pesar de justificar una ausencia remunerada a la que se tiene derecho por convenio, opten por recuperar (fuera de su jornada laboral ordinaria) el tiempo empleado hasta igualar el previsto de trabajo efectivo.
Sección Sindical Atento CGT Coruña